Haz de tu mente tú mejor aliada
Los 5 "yoes" del deportista. Primera parte
Quienes somos de verdad puede llegar a ser el misterio de la vida en cada persona, hay quien dice que al descubrirlo encontraremos la paz interior. En este post indagaremos en el primer Yo, El durmiente.
CRECIMIENTO PERSONAL
Enrique Romero
10/20/20242 min leer
Según Juan Carlos Álvarez Campillo, psicólogo de grandes deportistas, existen los 5 "yoes" de la persona.
Cuando una persona siente que su vida no fluye, está estancada y se siente un vacío, comienza la aventura de conocerse a uno mismo y descubrir quienes somos en nuestra realidad. Al entrar en esta búsqueda personal, nos encontramos con 5 etapas o como el lo denomina, los 5 "yoes":
El Yo durmiente.
El Yo elemental.
El Yo soñado
El Yo esencial.
El Yo realizado.
La sombra de los 5 "Yoes".
El Yo durmiente
En esta fase se encuentran millones de personas y la gran mayoría no llegan a pasarla en toda su vida. Es la fase de la inconsciencia, del piloto automático y de la inercia conjunta. Para quien haya visto la película Matrix, es en el estado que las máquinas tienen a los humanos, sin pensar demasiado en los motivos y sencillamente produciendo y haciendo lo que los demás hacen sin cuestionarse las razones.
El individuo se mueve al compás de la masa sin plantearse donde debe estar, sencillamente porque los demás también lo hacen. Estos individuos son altamente sensibles a la manipulación y al consumismo, son la fuente de riqueza y energía de quienes manejan masas de personas. Lo cierto es que todos hemos estado o estamos puntualmente en esta fase, depende de nuestro momento actual.
Pero evidentemente todo individuo tiene momentos de lucidez, y aunque siente estar haciendo lo correcto ya que todos lo hacen, en el fondo muchas veces se sienten incómodos en ese rol, depende de la incomodidad que sienta el individuo en esas ocasiones, lo que determinará si está dispuesto a pasar de fase o prefiere seguir adormecido y siguiendo la corriente .
En esta fase el individuo tiene ideas de otros en la cabeza, que propaga como si fueran suyas pero realmente no lo son, son los perfectos transmisores de bulos y chismes.
Mucha gente tiene un despertar tras un hecho traumático donde se da cuenta de que no está en el lugar donde creía estar, el despertar puede ser brusco y angustioso, de repente pierde toda la comodidad que la corriente le proporcionaba, pero está en el camino del autodescubrimiento. Este camino no es fácil, no es gratis, es incómodo, duele y te deja perplejo cuando estás en él.
La clave para salir de esta fase es darse cuenta de que uno no tiene siempre la razón, que hay que escuchar de verdad a las personas y que no todo es lo que uno cree ya que si no queremos perder todo menos la razón , a veces hay que renunciar a tener siempre la razón.